1.2.3. Salud
La mayor parte de los indicadores disponibles en el ámbito de la salud se refieren a la expresión más grave de la ausencia de salud: la mortalidad. Se cuenta con algunos datos relativos a la morbilidad, pero no permiten tener una visión completa de la dimensión y características del fenómeno. Con todo, está clara la inserción de la sociedad vasca en un patrón de salud moderno, en el que los problemas más importantes se relacionan con la morbilidad y no tanto con la mortalidad que, afortunadamente, es realmente baja, especialmente entre los más jóvenes.
La infancia en la CAPV goza, como decíamos, de un estado de salud excelente, que ha ido mejorando en los últimos años. Un exponente de ello es la tasa de mortalidad infantil, que se sitúa por debajo de la tasa europea (4,7‰) y española (3,31‰) ya que por cada 1.000 personas nacidas vivas se producen 2,91 defunciones de menores de un año.
El análisis de la estructura de la mortalidad según las principales causas de muerte en los menores de 18 años identifica diferencias sustanciales según las etapas de vida. Así, mientras que a los 0 años el 80,8% de las defunciones están relacionadas con enfermedades del período perinatal y malformaciones congénitas, a partir del año comienzan a ganar presencia las causas externas de mortalidad (accidentes y traumatismos) que suponen ya más de la mitad de las muertes (55,9%) en la franja de 15 a 17 años.
Las características de la morbilidad confirman, en buena medida, las tendencias vistas en la mortalidad, si bien hay que considerar la importancia de las enfermedades del sistema respiratorio y del sistema digestivo como responsables de buena parte de los problemas de salud de niños y niñas.
En cuanto a hábitos saludables, podemos decir que los hábitos alimenticios parecen ser, en general, saludables, con porcentajes de obesidad (5,1%) claramente inferiores a los de otras comunidades autónomas y a la media estatal, que se sitúa en un 9%. Respecto a la realización de deporte y ejercicio físico, un 11% de la población vasca de 1 a 15 años no realiza ningún tipo de ejercicio físico en su tiempo libre, una realidad algo más acentuada entre las chicas y que aumenta según nos adentramos en la adolescencia.
Los datos recogidos anualmente por el Gobierno Vasco respecto a los consumos de sustancias psicoactivas dan cuenta de que el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias ilegales es una realidad extendida en la adolescencia. El alcohol es la sustancia más accesible y más consumida (un 20% de la población vasca de 11 a 17 años consume alcohol todas las semanas y el porcentaje aumenta a medida que aumenta la edad, alcanzando a un 52% de quienes tienen entre 17 y 18 años), además de ser considerada menos grave que el resto. El 12,3% de las chicas y el 6,4% de los chicos de 11 a 17 años fuman diariamente, aun cuando el tabaco es ya considerado como grave o muy grave por el 60% de los adolescentes. Por último, un 71% creen que el consumo de cannabis es grave o muy grave, porcentaje que se ha incrementado en los últimos años, de manera que los y las adolescentes actuales parecen ser más conscientes de sus riesgos.
El 30,2% de los y las jóvenes vascas de 14 a 17 años ha mantenido relaciones sexuales completas y la edad media de la primera relación sexual completa es de 15 años. Parece que, en general, los y las adolescentes conocen los métodos anticonceptivos, principalmente el preservativo, aunque algunos estudios apuntan que lo habitual es que su utilización se relacione con evitar un embarazo no deseado y no tanto con protegerse de las enfermedades de transmisión sexual, cuya incidencia no suelen tener tan presente. Un 92% de los y las jóvenes vascas que han mantenido relaciones sexuales han utilizado un método anticonceptivo seguro, sin embargo, no debe obviarse que un 2,4% de los y las jóvenes de 14 a 17 años de la CAPV señalan haber estado embarazadas o haber dejado a alguien embarazada.